Después de hacerme un tatuaje en henna para celebrar mi creciente bultico del vientre hace unos años, una persona comentó: «¡Oh, qué hermoso, pero no es malo para tu bebé»? Sentí ganas de ser imprudente y decir: «Sí, por supuesto es malo para mi bebé. Me gusta hacerle cosas dañinas a mi bebé que aún no ha nacido». Pero en lugar de ser sarcástica, le expliqué que los tatuajes de henna son completamente seguros para la piel, el cuerpo y sí, incluso si está en embarazo.
También conocidos como Mehndi, estos tatuajes no son permanentes y sólo duran entre una y dos semanas, dependiendo de tu piel, la calidad de la henna y la frecuencia con que lavas la zona. El tatuaje se aplica en forma de una pasta que se ve como un glaseado de chocolate. Está hecha al moler hojas secas de la planta de henna y se mezcla con agua, limón y aceites esenciales. Después de que la pasta se seca, se quiebra o se quita después de aproximadamente 24 horas, y queda un tatuaje de color café que tiñe las primeras capas de la piel.
Existe una tendencia entre algunos artistas de henna de aplicar la así llamada “henna negra”, que te manchará la piel de negro en lugar de marrón. Este tipo de tinte es peligroso porque contiene parafenilendiamina (PPD), un químico para el cabello. Cuando se aplica a la piel, puede parecer un tatuaje real, pero las reacciones alérgicas al PPD pueden causar ampollas, llagas abiertas y cicatrices.